Madonna por Herman Kulkens: las fotografías de 8 dólares
Era 1977 cuando la joven Madonna Louise Veronica Ciccone cursaba estudios de danza en la Universidad de Michigan. Su encuentro con Herman Kulkens dejó unas maravillosas fotografías para las que gran parte del mundo no estaba preparado.
En aquella época, la desconocida Madonna apenas olfateaba los 20 años, pero ella ha demostrado que nació para ser pionera. Sus acciones siempre han escandalizado a los más conservadores, aunque con el tiempo la historia le dé la razón y un sinnúmero de sucesoras intenten ser su nueva versión.
Las dificultades económicas por las que atravesaba la cantante la llevaron hasta el estudio del fotógrafo Herman Kulkens. De allí salieron increíbles tomas de ella desnuda por las que cobro unos modestos 8 dólares por hora.
Toda picardía brunette, llena de seguridad vistiendo telas que simulaban vestidos, solo un sombrero o simplemente su cuerpo desnudo llenando la cámara.
Una década después de haber sido tomadas, estas fotografías salieron a la luz quedando en manos de Bob Guccione, fundador de la revista Penthouse. El empresario compró la serie y las guardó hasta su muerte en 2010. Finalmente, le quedaron a Jeremy Frommer.
Estas capturas pasaron por varias manos. Incluso, revistas como Playboy intentaron publicarlas a mediados de los 80, logrando sacar solo algunas tras una batalla legal.
Entre 2017-2018 se hizo pública la intención de una subasta para adquirir las fotografías de Madonna desnuda. La noticia fue un trago amargo para la cantante, quien no estaba de acuerdo.
Nació un estilo
Si vemos objetivamente esas imágenes, más que una cantante famosa que de joven quería pagar las cuentas, se ve una personalidad a través de ellas. Piezas como estas son ahora parte de la cotidianidad en galerías, plataformas y redes sociales, que muchas veces se quedan sin armas para pelear contra la censura.
Millones de chicas alrededor del mundo han encontrado en el arte del desnudo su trabajo, así como los fotógrafos un estilo.
Prohibido olvidar que Madonna y Herman Kulkens lo hicieron primero.